Mediante una intervención quirúrgica llamada Rinoplastia se pueden resolver los problemas estéticos de la nariz tales como la giba ósea, (el hueso que sobresale del dorso de la nariz) y otros. Estos procedimientos quirúrgicos son realizados con frecuencia en la cirugía plástica, mediante el cual se puede disminuir o aumentar el tamaño de la nariz en relación con las demás estructuras faciales, cambiar la forma de la punta (que es demasiado grande o bulbosa), está caída o es muy respingada;o del dorso, estrechar los orificios nasales grandes; rectificar la asimetría y desviación nasal y cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior. También corrige los problemas congénitos, los traumatismos y algunos problemas respiratorios y para el tratamiento de cualquier alteración anatómica de carácter patológico, como es el caso de una desviación del tabique nasal que cause dificultades para respirar o ronquidos.
Desde la década de 1980 las técnicas de rinoplastia han evolucionado mucho. La rinoplastia clásica – o cerrada – es un procedimiento bastante ciego. La rinoplastia abierta permite una exposición y visualización completa del esqueleto nasal, lo que permite que la corrección sea mucho más precisa.
Esta cirugía mejorará su apariencia y la confianza en uno mismo, pero no conseguirá que nos parezcamos a otra persona o que nos traten de manera diferente. Por lo que es muy importante saber que quiere conseguir y su estabilidad psicológica, si usted debido a su nariz imperfecta tiene muy baja la autoestima debe saber que estas cirugías ayudan pero no son mágicas. Por lo que les recomendamos que también buscar ayuda con el psicólogo y además discútelo con su cirujano plástico ya que es el personal más capacitados para saber hasta dónde puede hacer. Recuerde que son como creadores capaces de transformar las imperfecciones en algo casi perfecto.
El cirujano corta y modela los huesos y cartílagos nasales para conseguir la forma deseada planificando los diferentes detalles y las maniobras que el paciente puede necesitar en dependencia de las exigencias del mismo como son:
- Raspado:esta técnica se utiliza para limar una protuberancia del tabique nasal y, de este modo obtener un perfil rectilíneo de la nariz.
- Injertos separadores: se colocan tiras de cartílago entre el tabique y los cartílagos laterales superiores, por ejemplo, para estrechar, ensanchar o alargar la nariz.
- Osteotomía: implica la rotura de los huesos nasales, lo que a veces es necesario para estrechar la nariz o corregir una desviación del misma sobre el eje resultante en una pérdida de simetría.
- Suturas:la forma de la nariz también se puede modificar mediante la realización de diferentes suturas, sin necesidad de extraer o injertar ningún tipo de tejido, por ejemplo, para elevar la punta nasal.
- Puntales:se utiliza trozos rectangulares de cartílago que se colocan en la punta nasal con el fin de redondear la forma de la nariz.
- Resección cefálica: se extrae una parte del cartílago de la punta de la nariz para reducir su volumen
- Injertos de punta: se utiliza cartílago del propio paciente para corregir la forma de la punta de la nariz o alargar el apéndice nasal.
- Injertos voluminizadores: son trozos de cartílago que se colocan en la unión de la nariz con el labio superior para corregir un ángulo excesivamente agudo en la base nasal.
- Resección de la base:se utiliza para reducir la anchura de la base nasal y obtener una nariz más fina y pequeña, para lo que puede ser necesario extraer una parte de la fosa nasal inferior.
Hay factores que se deben tener en cuenta a la hora de solicitar esta operación, la edad por excelencia debe ser después de los 15 años, los adolescentes son inestables emocionalmente y la aceptación en el grupo social es fundamental para ellos. Pero cuando llegan a la madurez emocional es posible que se arrepientan del cambio a que fueron sometidos y entonces se sientan más inconformes con ellos mismos acentuando el problema.
La rinoplastia es una cirugía y siempre se realiza en quirófano, dentro de una clínica u hospital bajo anestesia que puede ser local más sedación o con anestesia general, dependiendo de la complejidad de la cirugía pero siempre garantizando que las zonas de la nariz estén dormidas por lo que no sienten dolor durante el proceder.
Para obtener buenos resultados estéticos es necesario realizar una selección cuidadosa de los pacientes, aplicar una técnica quirúrgica correcta y precisa, teniendo en cuenta algunos factores como: Exámenes complementarios dentro de límites normales (hemograma, glicemia, creatinina, serología, coagulograma, radiografía de tórax y electrocardiograma) y validando que tenga una buena calidad elástica de la piel.
Se permanece en la clínica la noche tras la cirugía, dándose el alta al día siguiente. Las primeras 24 horas, puede sentir la cara hinchada, molestias sobre la nariz y dolor de cabeza, que ceden con medicación, la hinchazón y los hematomas alrededor de los ojos aumentan hasta alcanzar un máximo a los 2 ó 3 días. Aplicándose compresas frías disminuirá la hinchazón y debe mejorar mientras debe hacer reposo y mantener la cabeza elevada en 2 semanas el proceso inflamatorio debe ceder. En todo este tiempo evite ejercicios físicos y golpes en la nariz. Tome el sol durante 8 semanas, la mejoría es progresiva y gradual, aunque un mínimo la hinchazón puede mantenerse, sobre todo en la punta, durante unos meses. Hasta 1 año aproximadamente no verá el resultado definitivo, ya que este es el tiempo que precisan los tejidos para estabilizarse y las cicatrices para realizar su proceso de maduración.
La intención de la rinoplastia es que la “nueva” nariz no llame la atención, y se integre plenamente en el contexto general de la cara produciendo un conjunto armónico y agradable, es decir, que no se detecte que ha sido intervenida.
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