Los párpados constituyen un importante sistema de protección para los ojos. Son membranas con movimientos de ascenso y descenso que permiten esparcir las lágrimas, proteger el globo ocular de la desecación durante el sueño y de la luz excesiva durante la vigilia, así como evitar la entrada de partículas.
La piel de los párpados es la más delgada del organismo, sobre todo en el párpado superior, donde aparecen múltiples pliegues horizontales cuando los párpados están abiertos. En esta piel encontramos todos los elementos presentes similares a los de cualquier otra parte del organismo, incluyendo glándulas sudoríparas; donde se presentan cuales quiera de las enfermedades dérmicas. La piel de los párpados está muy poco adherida a los planos profundos; esto permite su desplazamiento fácil y explica por qué pueden acumular fácilmente líquidos, como en los edemas por insuficiencia cardiaca o problemas renales.
Los parpados pueden padecer varias enfermedades como pueden ser la blefaritis (inflamación de los párpados), chalazión, párpado caído o potosís palpebral, entre otras. La compleja anatomía de los párpados y su íntima relación con los ojos hace fundamental que sea un oftalmólogo especializado en Cirugía Oculoplástica quien trate estos problemas. El Orzuelo es la infección aguda piógena de las glándulas de Zeiss, Moll o de las de Meibomio. Puede ser interna o externa según la glándula afectada. El orzuelo es más frecuente durante la adolescencia y en etapas de cambios hormonales. La etiopatogenia del tipo de lesiones consiste en una obstrucción, por causas diversas, del orificio de salida con la subsecuente formación de un absceso de la glándula implicada. Inflamada y distendida, se indura y duele a la palpación. Por la localización anatómica, la circulación se altera y es frecuente el edema de la región. Al cuadro descrito se le conoce con el nombre de “perrilla”. De hecho, su nombre correcto es ORZUELO y su causa es siempre una obstrucción, secundaria o no, a un proceso infeccioso.
Están constituidos por varias capas. La más externa es la capa cutánea, debajo de la cual se encuentran dispuestas la capa muscular, la tarsal y, por último, la mucosa. Es muy importante tener en cuenta que en los párpados hay dos tipos de músculos: los que se encargan de abrirlos (también llamados retractores), que son el músculo elevador del párpado y el músculo de Müller, y aquellos que se encargan del cierre (o protractores), siendo el principal el músculo orbicular.
La cirugía de los párpados se realiza en el consultorio de un cirujano o en un centro quirúrgico como una cirugía ambulatoria. Es una intervención que se lleva a cabo para reparar los párpados superiores hundidos o caídos (ptosis) y remover el exceso de piel de esta zona. Este padecimiento de los párpados caídos se presenta a medida de que la persona envejece. Algunas personas nacen con párpados caídos o desarrollan una enfermedad que provoca que se caigan.
La cirugía de párpados es necesaria cuando el párpado caído reduce la visión. Algunas personas se someten a esta cirugía para mejorar su apariencia. Esta es una cirugía estética. La cirugía de párpados puede realizarse sola o junto con otra cirugía, como levantamiento de cejas o estiramiento facial.
Es importante tener en cuenta que la cirugía de párpados no quita las arrugas alrededor de los ojos, ni levanta las cejas caídas, ni tampoco elimina los círculos oscuros debajo de los ojos. Para esto es necesario realizarse otro tipo de procedimientos.